Sólo un hola

viernes, noviembre 30, 2007

Todo Sexta-Feira -...
(Canción para escuchar mientras se lee este post)


Algo me dice que salte a la calle, que algún encuentro me espera. Hola. Ya sé que son las cinco de la mañana y hace frío y nadie piensa en los encuentros, pero con el destino esos sólo son detalles.

Aunque es un impulso muy fuerte he decidido quedarme en casa. Asumo que tendrá que ser un encuentro, pero me estoy acostumbrando a andar al lado del camino. Hoy quiero ver como sale el sol por detrás de los volcanes, decir: Hola. Hace años que no veo la silueta oscurecida de esos dos amantes bajo el efecto de la fría luz que todo lo revive y todo lo anuncia bajo el mutis de la aurora. Buenos días.

Tengo noches escuchando la misma canción de Belo Velloso. Siempre me enamoro de una canción y pasan días, meses y a veces hasta años para que la abandone. No sé para que pinta esta y no me preocupa. Una canción es un viaje a toda regla. Tal vez sólo quiero ponerle músiquita a mi encuentro.

También me pongo a pensar que este viaje que inicio al lado de tan bellas e inteligentes damas es una suerte de encuentro. Uno muy querido y deseable.

Quiero tocarte el alma, quiero saber los rescoldos de sus ensueños o quimeras; quiero oler el tenue murmullo del viento sobre su silueta, quiero enceguecerme con el pequeño rito de su superficie ante la luz que es el color. Quiero detenerme y mirarme en los vientos cenagosos de otros ojos, los ojos de tu alma. No sé cómo ni por qué, pero eso no es importante, sólo quiero que suceda ahora. Sólo eso quiero. Quiero sentarme un rato junto a ella, tu alma, y contarle cosas al oído, cosas que no sé y que a veces también apenas me ocurrirán, y quiero que tu alma roce sus labios en mi regazo y me cuente sus propias cosas. No sé cómo, pero quiero estar juntos, lado a lado, y presumir que pude tocar su rodilla con mi rodilla o que rocé su mano con mi mano, y mirar como los días decrecen para ir a donde nadie sabe y las madrugadas se inmolan para que los rayos del día nos alumbren las frentes mientras andamos, y todo es hermoso como las catástrofes o los rumores del otoño bajo mis párpados; ahora llueve ahí debajo, pero no me importa, el otoño bajo la lluvia es insuperable y siempre habrá días felices. Siempre, siempre, siempre, lo prometo, siempre.

Así que Hola.

0 recuerdos a la cajita:

 
Cajitas Chinas - by Templates para novo blogger